sábado, 29 de marzo de 2014

15


Subastan en la esquina
las tripas del pescado,
un gentío hambriento
se alborota.
Entre gritos y miradas de búho
amontonan insultos en los adoquines,
aunque se queden sin su parte de intestino
habrán dejado aliviados
sus ruines y contenidas almas.
 
 
 
Goya (Saturno devorando a su hijo)
 

10 comentarios:

  1. El estómago queda agradecido y el alma es un pez perdido en cualquier mar.

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    1. que tenga buen provecho con el hígado de sus hijos
      nutrasé usted de los chismes del vecino
      sea un bulímico de los engaños de su esposa
      no se preocupe,
      su alma es un pez sin memoria
      que nada según la corriente
      y por eso cree que nunca estará perdida.
      Cocine a fuego lento toda su estupidez
      que el cielo es una ilusión
      sólo para idiotas.



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    2. Cuántos idiotas han muerto por la ilusión de un cielo y cuántos hipócritas se han nutrido de esa voluntad; aún así, prefiero el cielo de los idiotas que el paraíso de los prudentes.

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    3. pues yo prefiero vivir sin pensar demasiado en ello

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  2. Me hace acordar a un famoso cuento de la literatura argentina, El matadero. Todos buitres en busca de la tripa del otro. Me gusta, porque hay una unidad temática con el poema anterior. UN abrazo.

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    1. Sí Darío, estos poemas los escribí hace mucho, están en Indark, en el fondo de la cloaca. Tendré que leer ese cuento. Besos

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  3. Me gustó mucho Sandra. (No lo recuerdo, pero seguro que lo leí este verano en Indark)
    Besos

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    1. Grcias Francisco, ya ves, somos masocas y nos van los latigazos. Besos

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  4. ¿De que está hambriento ese gentío?

    Besos

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